Hornazo de Salamanca

Esta entrada debería haber visto la luz unos días antes de la Semana Santa pero no me ha sido posible. Ya se sabe que a veces las cosas no salen como uno desearía. Esta receta tradicional de mi tierra no podía faltar en este blog y aunque llega un poco tarde ya la podemos disfrutar.

El hornazo es una especie de empanada típica de Salamanca rellena de los productos de la tierra: jamón serrano, chorizo, lomo y huevos duros. Es tradición comerla el Lunes de Aguas, aunque en la actualidad se consume durante todo el año. 

Su origen se remonta al siglo XVII en el que las prostitutas tenían prohibida la permanencia en la ciudad durante el periodo de Cuaresma y eran conducidas al otro lado del rio para evitar tentaciones. El lunes siguiente al lunes de Pascua (llamado Lunes de Aguas) eran conducidas de nuevo a la ciudad en una jornada campestre en la que se degustaba un buen trozo de hornazo a orillas del rio. Esta tradición ha perdurado con los años y hoy día es una jornada medio festiva para disfrutar con los amigos o en familia.

Hice dos hornazos con distintas decoraciones saltándome lo tradicional que es un enrejado. ¿Cúal os gusta más?

Aquí os dejo una de las recetas porque hay muchas variantes, pero una de las que más me gusta es ésta que me la proporcionó una de mis compañeras de trabajo. 

Ingredientes:

200 ml de aceite de oliva 

150 ml de vino blanco

100 ml de agua

1 1/2 cucharadita de sal

1 pizca de azúcar

3 huevos (165 gr.)

40-42 gr de levadura fresca de panadero (o 3 sobres de levadura seca de panaderia)

900 gr de harina de fuerza aproximadamente

Relleno:

huevo cocido

jamón serrano

lomo en filetes o embuchado

chorizo

Las proporciones a gusto del cocinero

Preparación tradicional:

En un bol calentar ligeramente el agua y desmenuzar la levadura hasta que no queden grumos. 

En otro bol mezclar el aceite, el vino, la sal y el azúcar. Añadir la levadura desleida con el agua. Si utilizamos levadura seca de panadero mezclarla con la harina.

Añadir los huevos ligeramente batidos y continuar mezclando.

Añadir la mitad de la harina y mezclar. Incorporar el resto de la harina reservando un poco. Formar una bola y añadir el resto de la harina si vemos que se pega en las manos.

Amasar durante unos 10 minutos sobre una superficie enharinada.

Dividir la masa en dos partes. Poner cada mitad en un bol engrasado y tapado con film transparente y dejar reposar 30 minutos hasta que doble su volumen.

Precalentar el horno a 200º.

Estirar la masa con el rodillo y colocar en la bandeja del horno forrada con papel de hornear. 

Poner el relleno en capas primero el chorizo, encima el jamón, encima el lomo adobado pasado ligeramente por la sartén y por último colocar los huevos partidos en mitades. 

Cubrir con la otra parte de la masa estirada. Recortar la masa sobrante y sellar  los bordes. Adornar con los recortes de la masa sobrante. 

Hacer un corte o un agujero en la parte central para que salga el vapor. Pincelar la superficie con huevo batido.

Hornear durante 30 minutos hasta que esté doradito. Pintar la superficie de nuevo con el huevo sobrante al sacarlo del horno para que quede brillante.

Dejar enfriar sobre una rejilla.

 Preparación con Thermomix:

Poner en el vaso el aceite, el vino, el agua, la sal y el azúcar. Programar 2 minutos, 37º, Velocidad 2.

Añadir la levadura, los huevos y la mitad de la harina. Programar 30 segundos velocidad 6. 

Añadir el resto de la harina y programar 3 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.

El resto proceder igual que en el método tradicional.


Espero que con el tiempo invernal que tenemos esta semana os animeis a encender el horno y lo disfruteis con los amigos.

Cazuela de alcachofas y guisantes con gambas

 ¿Me creeríais si os digo que hasta hace muy poco tiempo las alcachofas no entraban en mi casa ni por asomo y........... ahora me encantan?. Todo os lo debo a vosotros amigos bloggers, especialmente a Miquel que siempre tiene unas recetas magníficas con esta hortaliza y en definitiva es el responsable de que me haya decidido a introducirla en mi cocina. Aunque también he de confesaros que la única que las come soy yo, por lo que de vez en cuando me doy un capricho.

La receta de hoy es de lo más sencilla pero riquísima ya que la leche evaporada le da un sabor mucho más suave a la salsa. 

Ingredientes (2 personas):

4 alcachofas

200 gr de guisantes desgranados
1 loncha de jamón serrano o bacon (opcional)

1 cebolla

2 dientes de ajo

aceite

sal y pimienta

hierbas provenzales 
1 chorrito de vino blanco

100 ml de caldo deverduras o pescado
3 cucharadas de leche evaporada

12 gambas

1 limón

Preparación:

Pelar la cebolla y cortar en dados pequeños. Pelar y cortar el ajo en láminas finas. Pelar las gambas. Cortar el jamón serrano en tiritas o dados.

Limpiar las alcachofas quitando las hojas exteriores y 1/3 de la parte superior. . Partir en cuartos o en octavos. Frotarlas con un limón para que no se oxiden.

En una sartén calentar 1 cucharada de aceite de oliva y añadir los ajos laminados y dorarlos ligeramente. Sazonar las gambas y saltearlas un par de minutos hasta que cambien de color. Sacar y reservar.

En una cazuela de hierro fundido poner el aceite de saltear las gambas y añadir 1 cucharada más de aceite. Calentar a fuego medio y sofreir el jamón y la cebolla durante 2-3 minutos. Añadir las alcachofas y los guisantes y sofreir 1 minuto. Sazonar con sal, pimienta y las hierbas aromáticas. 

Añadir el vino y dejar que se evapore el alcohol para luego añadir el caldo caliente y la leche evaporada. Bajar el fuego. Poner la tapa (tiene que encajar perfectamente para que no se nos evapore el líquido) y cocer lentamente durante 30 minutos.

Comprobar que no se nos quede seco. Si es necesario añadir un poco de caldo o agua.

Cuando acabe la cocción añadir las gambas reservadas y servir caliente.

¡¡ Hasta pronto y feliz semana !!

Tartaleta de brócoli y tomatitos

Una forma diferente a la vez que divertida de comer verduras y que los más pequeños se lo coman sin rechistar. Este plato es ideal para una cena o para un aperitivo o también lo podemos incluir en la llamada comida de tupper.

El brócoli no es una verdura popular que digamos, aunque por las propiedades que tiene es una de las que no debería faltar en nuestra cocina. 

A menudo busco recetas nuevas en las que incluir esta verdura ya que desde que la descubrí es una de mis favoritas aunque en casa no guste mucho. 

Pero esta forma de preparación os la recomiendo ha sido todo un éxito.

Podemos variar el tipo de pescado como por ejemplo bacalao, atún, pez espada o cualquier otro que se os ocurra y que tengais a mano. Ahora se me ocurre un montón de ideas ¿ qué tal quedaría con unas anchoas ?

Menos mal que esta vez ha salido perfecta ya que la última vez que preparé una quiche al sacarla del horno se fue al suelo. ¿ Os imagináis la cara que se me quedó ?. Casi me da un infarto, bueno exagero un poco..............

Y ahora vamos a lo que interesa.

Ingredientes (para 4 personas):

Masa:

250 gr de harina todo uso

100 gr de queso Parmesano rallado fino

130 gr de mantequilla fría cortada en dados (o margarina)

70 ml de agua fría

1 pizca de sal

1 pizca de azúcar

1 cucharadita de levadura química Royal

Relleno:

1 brócoli pequeño cortado en ramilletes

100 gr de salmón fresco en dados pequeños

1 cebolla mediana cortada en juliana

5-6 tomatitos cherry partidos por la mitad

100 gr de requesón desmenuzado

2 huevos L

150 gr de nata líquida 18% MG

aceite

sal y pimienta

1 pizca de hierbas provenzales

1 pizca de eneldo

Preparación:

La masa la hice en la Thermomix:

Poner todos los ingredientes de la masa en el vaso en el orden en que aparecen. Programar 15 segundos velocidad 6. 

Sacar la masa del vaso hacer una bola y envolver en film transparente. Poner en la nevera durante 30 minutos.

Para hacerla de forma tradicional tamizar la harina con la levadura, el azúcar y la sal. En un bol grande poner la harina tamizada. Añadir el queso rallado y mezclar con una cuchara. Incorporar la mantequilla en trozos y deshacerla con la yema de los dedos hasta que se formen unas migas. Ir agregando el agua fria poco a poco  hasta que se forme una bola que no se pegue a las manos. Envolver en film transparente y dejar enfriar al menos 30 minutos.

Pasado el tiempo de reposo sacar la masa de la nevera. Amasar ligeramente unos minutos y estirar la masa con el rodillo. Colocarla sobre el molde presionando el fondo y los laterales. Recortar lo que sobre. Con un tenedor pinchar el fondo para que no se levante la masa al hornear. Colocar en el congelador durante 30 minutos.

Precalentar el horno a 200º

Sacar el molde preparado del congelador y hornear en blanco en la posición central durante 15 minutos.

Mientras preparar el relleno:

Escaldar el brócoli en agua hirviendo con sal durante 5 minutos. Escurrir bien y reservar.

En una sartén amplia calentar 2 cucharadas de aceite y dorar la cebolla hasta que se ponga transparente. Añadir el brócoli escurrido, los tomatitos cherry y los dados de salmón. Sazonar con sal y eneldo. Saltear el conjunto 2-3 minutos hasta que el salmón cambie de color. Escurrir y dejar que se enfrie un poco.

En un bol batir los huevos con la nata. Sazonar con sal, pimienta y las hierbas aromáticas. Incorporar el sofrito de verduras y salmón. Mezclar suavemente.

Cuando la masa esté horneada sacar del horno y espolvorear por la base la mitad del requesón. Verter encima la mezcla de huevos y verduras distribuyendolo bien por toda la tarta. Colocar por encima el resto del requesón.

Bajar la temperatura del horno a 190º y hornear durante 35-40 minutos hasta que cuaje y la superficie esté ligeramente dorada. Comprobar con un palillo.

Dejar que se temple sobre una rejilla. 

Lo ideal es comerla templada pero también se puede hacer de antemano y calentarla ligeramente en el horno a 50º  (o en el microondas) pero queda mejor si lo hacemos en el horno.

¡¡ Feliz semana a todos !!

Cheesecake de chocolate con fresas

Soy una fan incondicional de las tartas de queso o cheesecake, que dicen los americanos, no lo puedo remediar. En cuanto veo una, allá que voy a verla y a disfrutar aunque solo sea virtualmente. 

Esta que hoy os presento la tenía pendiente a la espera de encontrar la receta perfecta y creo que he dado con ella al menos de momento. Su jugosidad y su intenso sabor a chocolate es fantástico. 

Un pequeño bocado que se deshace en la boca como si de una trufa se tratara y el perfecto final a una comida festiva o de celebración.

Para el buen resultado de esta tarta es imprescindible que el chocolate sea de buena calidad y de un alto porcentaje de cacao.

Asimismo os recomiendo que el horno tenga una temperatura baja para que la superficie de la tarta no se agriete. En muchos blogs he visto que utilizan una temperatura a 180º pero a mí con esa temperatura se me hacían grietas en la superficie. El mejor resultado lo he conseguido a 150º asi que vuestra es la decisión.

Si os atreveis a hacerla seguro que repetireis, es adictiva total.

Ingredientes (para un molde de 23 cm):

 Base:

100-120 galletas de chocolate

40 gr de mantequilla derretida

Relleno:

 255 (226)gr. de chocolate negro troceado al 70%

 580 (453)gr. de queso crema a temperatura ambiente

 150 (130)gr. de azúcar

150 (140)gr. o 3 huevos M a temperatura ambiente

1 cucharadita de extracto de vainilla

180 (160)gr. de creme fraiche (en Carrefour)

Cobertura o Ganache:

100 gr de chocolate de cobertura al 52%

75 ml de nata para montar

1 cucharada de mantequilla

Preparación:

Engrasar un molde desmontable de 23 cm. Forrar el fondo con papel de hornear.

Precalentar el horno a 150º y colocar la rejilla en la 2ª posición.

Para la base:

Triturar las galletas en un robot de cocina o con el rodillo hasta que se hagan migas. En un bol mezclar las migas con la mantequilla derretida y enfriada. Colocar la mezcla en el fondo del molde presionando bien y distribuirla uniformemente por todo el fondo. Cubrir el molde con film transparente y meter en la nevera mientras se hace el relleno.

Para el relleno:

Derretir el chocolate troceado al microondas (a 600W durante 2 minutos en intervalos de 30 segundos) o en un baño maria en el fuego con cuidado para que no se queme y removiendo de vez en cuando hasta obtener una crema homogénea y no queden grumos. Reservar y dejar enfriar.

Mientras, con el robot de cocina o batidora de varillas, batir el queso crema a baja velocidad hasta que quede una crema suave. Añadir el azúcar poco a poco y seguir batiendo hasta incorporarla del todo. Añadir el chocolate derretido y batir hasta que esté completamente incorporado. Añadir los huevos uno a uno batiendo bien (unos 30 segundos) después de cada adición. Bajar los restos de las paredes del bol cuando sea necesario. Añadir el extracto de vainilla y la creme fraiche y mezclar hasta incorporarlo totalmente. Tiene que quedar una crema suave, homogénea y sin burbujas de aire.

Sacar el molde de la nevera y verter el relleno sobre la base de galleta. Colocar el molde sobre la bandeja del horno.

Hornear durante 45-55 minutos(depende de cada horno) hasta que el borde esté firme y el centro esté todavía un poco húmedo y tiemble al moverlo. Yo lo tuve 45 minutos y luego lo mantuve con el horno apagado otros 10 minutos.

Sacar del horno y pasar un cuchillo afilado alrededor del borde para que se desprenda de las paredes y no se rompa al enfriar. Dejar enfriar completamente y cubrir con film transparente. Colocar en la nevera unas horas antes de cubrir con el ganache.

Para la cobertura o ganache:

Colocar el chocolate troceado en un bol. Calentar la nata y la mantequilla en otro bol o cazo a fuego medio o en el microndas. Llevar a ebullición. Retirar del fuego y verter inmediatamente sobre el chocolate. Remover hasta que se haya derretido completamente el chocolate y se forme una crema homogénea, suave y sin grumos. Enfriar hasta que espese un poco.

Desmoldar la tarta y verter el ganache sobre el pastel. Con el dorso de una cuchara o espátula extenderlo por toda la superficie. Volver a poner en la nevera unas cuantas horas o toda la noche. 

Sacar de la nevera unos minutos antes de servir y decorar al gusto.

Nota: Las cantidades entre paréntesis son las proporciones correspondientes por si os gusta un poco más baja. Para mi gusto ésta queda un poco alta.

Fuente: Joy of Baking

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

Cazuela de brócoli y champiñones con gratinado crujiente

¿ Qué tal amigos ?

Espero que hayais disfrutado de estas pequeñas vacaciones. Viene muy bien desconectar un poco de la rutina aunque solo sea por unos dias.

Hace unos días buscando algún modo diferente de preparar el brócoli, dí con esta receta en un libro cuya autora es canadiense (ya os he hablado de él en otra entrada). Tiene algunas recetas de este tipo y lo que me llamó la atención es que utiliza mucho el yogur y la crema agria en lugar de una salsa bechamel como nosotros lo haríamos para este tipo de platos. Asi que me dispuse a experimentar y probar. Como podeis adivinar me ha entusiasmado y lo que es más importante, que a los de casa también, a pesar de que no les gustan las verduras.

He cambiado totalmente los ingredientes de la receta original excepto lo que propiamente es la salsa y la cobertura. Con esto quiero decir que podemos adaptarla al tipo de verdura que nos guste o que tengamos en ese momento e incluso podemos añadir una pequeña cantidad de pasta.

Para los vegetarianos podeis sustituir el bacon por tofu o simplemente prescindir de él, queda igualmente riquísimo.

Y ya no os aburro más os dejo con la propuesta de hoy.
 

Ingredientes (3-4 personas):

1 brócoli mediano
250 gr. de champiñones

100 gramos de cebolla
1 diente de ajo

3 lonchas de bacon

25 gramos de harina

75-100 ml de leche

225 gr de créme frâiche
aceite

sal y pimienta molida
1 cucharadita de azúcar

1 pizca de nuez moscada
1 pizca de hierbas aromáticas (le puse provenzales)

Para la cobertura:

100 gr de queso emmental rallado

25 gr de pan rallado

25 gr de mantequilla

Preparación:

Cortar el brócoli en ramilletes y lavarlo bien. Limpiar los champiñones y cortar en láminas. Cortar en tiritas el bacon. Pelar y cortar la cebolla en dados pequeños. Pelar los ajos y cortar en láminas.

En un bol mezclar la mantequilla, el pan rallado y el queso rallado de la cobertura hasta que se formen unas migas y reservar.

Engrasar una fuente de horno con aceite o mantequilla. 

Precalentar el horno a 200º.

 Cocer el brócoli en una cazuela con agua y sal durante 5-7 minutos. Tiene que quedar al dente. Escurrirlo bien y reservarlo.

En otra cazuela o sartén amplia y profunda calentar 2 cucharadas de aceite y dorar el bacon. Escurrirlo bien y reservarlo. 

En la misma cazuela  dorar el ajo y los champiñones durante 5 minutos hasta que pierdan todo el agua que sueltan. Escurrir bien y reservar.

En la misma cazuela calentar 2 cucharadas de aceite y sofreir la cebolla durante 7 minutos hasta que esté transparente. Añadir la harina y dorarla 1 minuto para que no sepa a crudo. Verter la leche y la creme fràiche removiendo hasta que se caliente y espese ligeramente. Sazonar con sal, pimienta, azúcar, hierbas aromáticas y nuez moscada.

Incorporar a la cazuela los champiñones, el bacon reservado y el brócoli. Mezclar todo el conjunto. 

Verter esta mezcla en la fuente de hornear. Cubrir toda la superficie con la mezcla de queso y pan rallado. 

Hornear a 200º y a media altura durante 15 minutos y luego otros 5 minutos poner el gratinador  hasta que la superficie esté dorada y crujiente.

Sacar del horno y dejar que se atempere un poco antes de servir.

Os recomiendo probarla. Seguro que repetireis más de una vez.